Tenerifelicidad
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- 9 ago 2018
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En septiembre del año pasado volví después de más de diez años a mi isla favorita de Canarias, aunque esta vez con mi familia. Sabéis aquella frase de Mandela que dice "No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta de cuánto has cambiado tú"? Pues algo así me pasa a mi con este lugar, y es que va siendo testigo de distintas etapas de mi vida.
Tenerife con niños
Desde Barcelona llegar a Tenerife son aproximadamente 3 horas de vuelo. Existen dos aeropuertos en la isla, uno en el Norte (Los Rodeos) y otro en el Sur (Reina Sofia). Nosotros como nos alojábamos en Santa Cruz escogimos el aeropuerto del norte.
Era nuestro primer vuelo con los dos peques. Luca tenía año y medio, mientras que Cesc contaba con sólo cuatro meses. Los aeropuertos están adaptados para familias con zona de control de equipajes y facturación propia que en teoría es más rápida. En pleno septiembre estaba a tope de familias así que las colas y esperas en el aeropuerto del Prat fueron un poco agobiantes. Viajamos con Vueling y en el avión todo fue perfecto. Los niños durmieron prácticamente todo el vuelo, y si no hubiera sido el caso, ya íbamos provistos de juegos varios y descargas a tope de Peppa Pig. Los pasajeros se mostraron amables con nosotros y con los niños. Succión de chupetes y/o biberones para el despegue y el aterrizaje así evitábamos el taponamiento de oídos de los peques.
Para el alojamiento escogimos unos apartamentos en una zona muy céntrica de Santa Cruz. Mi madre y yo conocemos la zona y la isla así que los escogimos a conciencia y los recomendamos 100% si pensáis en un alojamiento del estilo. Se trata de los apartamentos MENCEY LOFT RAMBLAS y el trato con Aracelys y Carmen fue excepcional. Nos añadieron dos cunas y una trona sin problema y hay wifi gratis a parte de todas las comodidades que ofrece una casa.
Santa Cruz
Santa Cruz es una ciudad repleta de parques que con los más pequeños merece la pena visitar. Nosotros teníamos justo enfrente del apartamento uno de los más bonitos: el parque García Sanabria famoso por su vegetación y por su reloj de flores. Otro de los parques que vale la pena visitar con niños es el parque La Granja, se trata de un parque súper healthy donde la gente va a hacer deporte asiduamente o a pasear a sus perros.





Recorrer Santa Cruz a pie es simplemente maravilloso. Ir al mercado Nuestra Señora de África a comprar fruta tropical o un poco de pescado fresco, pasear por la calle del Castillo y parar en alguna de sus tiendas hasta llegar a Plaza España y hacerte una foto tal que así:

Una vez lleguéis a Plaza España, no dudéis en caminar por su paseo marítimo, su aire y sus colores son especiales y llegaréis hasta el impresionante auditorio.

Santa Cruz no tiene playa, pero si lo queréis es un buen chapuzón, tiene un parque marítimo espectacular.



San Andrés
La Playa de Santa Cruz, está en San Andrés. Esta localidad costera está a tan sólo 7 km de la capital y alberga una de las playas más famosas de la isla de arena blanca procedente del desierto del Sáhara, la Playa de las Teresitas. Es una zona dónde hay bastante ventisca, a veces incluso la calima tan típica de la zona pero aún así recomiendo ir. Comer buen pescado en este pueblecito y pasear por sus calles está casi obligado. Y si os animáis a subir al mirador tendréis una panorámica espectacular de la playa y de toda Santa Cruz.



Candelaria
Para mí este pueblo es de parada obligatoria. De hecho creo que es uno de mis lugares preferidos en el mundo. Aprovechamos para pasar el día allí y comer un buen arroz. No olvidéis visitar su basílica.

Puerto de la Cruz
Población también de parada obligatoria. Por cierto, se me ha olvidado mencionar como nos movíamos por la isla. Alquilamos un coche con dos sillitas para bebés ya que era lo más cómodo para ellos, aunque la combinación de transporte pública (guaguas) en la isla está muy bien.
En Puerto de la Cruz aprovechamos para ir al Loro Parque. Un parque temático de fauna y flora. Sé que existe mucha controversia sobre las visitas a este tipo de lugares, nosotros en ese momento decidimos visitarlo.

Aquí podéis visitar también los Lagos Martiánez. Un complejo de piscinas de agua salada muy similar al parque marítimo César Manrique.
Parque nacional del Teide
Ir a Tenerife sin ver el Teide es como ir a Las Vegas sin ver un casino. El pico más alto del país es simplemente majestuoso. Y sus cañadas volcánicas tienen un aspecto lunar increíble. Según Francesc, parecían los decorados de Breaking Bad.




Icod de los Vinos
Allí se encuentra el Drago, un árbol centenario autóctono de la isla. Estaban de fiesta mayor y comimos unas papas arrugás con mojo picón para chuparse los dedos!

Pero lo mejor de visitar esta isla, es sin duda reencontrarte con su gente. Gente que se hace querer y por la que no hay ni distancia ni tiempo. Nos volveremos a ver pronto seguro!



Hasta pronto Tenerifelicidad!
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