top of page

Menorca

  • Foto del escritor: .
    .
  • 29 jul 2019
  • 5 Min. de lectura

Tanto a Francesc como a mí nos gustan mucho más las estaciones de entretiempo o el invierno que el verano (aguantamos mal el calor), aunque eso no excluye que nos gusten los destinos tropicales o de playa. Ahora con los niños un poco más mayores (Luca tiene 3 años y medio y Cesc 2) nos damos cuenta que ir a la playa no supone un despliegue de medios que te quita todas las ganas; así que como vemos que les encanta el agua y que disfrutan del mar decidimos realizar una escapada de 5 días a una de las islas más familiares de las islas baleares: Menorca.


Imagen extraída de menorcadiferente.com

Personalmente, era mi tercera vez, y aunque es una isla preciosa, las distancias son bastante largas y acceder a según que cala supone una buena caminata, así que yo como siempre, sigo escogiendo mi querida Formentera. No obstante, es un buen destino para ir con niños. Isla tranquila y familiar y a unos 50 minutos de vuelo desde Barcelona.


Vamos allá con nuestra ruta y nuestras impresiones.


Esta vez escogimos una oferta por el portal LOGITRAVEL. El pack consistía en vuelos+hotel y nos salió bastante bien de precio a los cuatro.


Nos alojamos en los apartamentos VISTA BLANES, ubicados en la zona occidental de la isla, en Ciutadella. Se trata de unos apartamentos bastante austeros y humildes pero suficientes para cumplir bien su función. Nos facilitaron un apartamento en el primer piso, y así estuvimos tranquilos si los niños salían al balcón ya que queda ras de suelo. Contábamos con una habitación doble, un baño con bañera y un salón americano con cocina integrada, teníamos una neverita que refrescaba bien las bebidas y un par de fogones para cocinar. El menaje era completo y estaba bastante limpio.

Este complejo de apartamentos cuenta con un supermercado, zona de piscinas y un bar restaurante. También puedes alquilar bicicletas para ir hasta cala d’en Blanes, ya que los apartamentos quedan un poco apartados de la zona más turística.




Día 1

El vuelo como ya he mencionada, dura tan solo 50 minutos, así que cargamos cuentos y juguetes y los niños como siempre, se portaron bastante bien. Es un vuelo que está muy lleno de familias así que si viajáis a Menorca probablemente vuestros hijos hablen y se relacionen con otros niños.


Este fue el primer vuelo de Cesc con asiento propio :)

Llegamos sobre las 12 a la isla y alquilamos un coche en OK rent a car. Por favor, hacernos caso Y NO ALQUILÉIS JAMÁS UN COCHE ALLÍ! Un desastre en mayúsculas, solo hace falta echar un vistazo a sus reseñas en google… nosotros pecamos de pardillos, pero por favor, que nadie más peque!! Muy poco profesionales en general.


Después de la odisea vivida para alquilar nuestro coche, teníamos tanta hambre que paramos a medio camino a comer en el restaurante Ca N’aguedet en Mercadal. ¡Muy recomendable! Comida buena y trato inmejorable, podéis acceder a su perfil de Trip Advisor aquí


Después de comer pusimos rumbo a nuestros apartamentos, deshicimos maletas, nos echamos una siesta y por la tarde nos dimos un chapuzón en sus piscinas y luego nos fuimos a Cala Santandria a ver la puesta de sol.



Día 2

Pusimos rumbo a Cala Mitjana. A estas calas hay que ir muy temprano porque los aparcamientos enseguida se llenan. Caminando hay aproximadamente unos 25 minutos y cuando llegas hay tanta gente que es medio deprimente, pero bueno, es lo que tiene ir a la isla en Julio o agosto. Pasamos allí la mañana, fuimos a la cueva que hay cercana y pudimos ver como los caballos hacían el camí de cavalls y pasaban por allí.




Por la tarde, pusimos rumbo a Cala Son Saura y es increíble la cantidad de Posidonia que había en la costa. La Posidonia es una plata acuática típica de las islas baleares, que cuenta de una notable importancia ecológica y protege la línea de costa de la erosión. Aunque es de vital importancia para las costas, puede resultar un poco molesta para los niños, así que decidimos volver a cala Santandria para ver la bonita puesta de sol bañándonos.





Día 3

Hoy el día lo pasamos en Cala Galdana. Una playa urbana pero donde se está la mar de bien. Os vamos a hacer una recomendación: al lado hay un restaurante que cuenta con unos toboganes y una piscina para los más pequeños. Los tuboganes son divertidísimos y muy seguros, los niños lo pasaron pipa!



Fuente: Trip Advisor

Como ya va siendo habitual en nuestros viajes, una parada en algún lugar para ver animales tenía que ser imprescindible. Así que nos dirigimos al Lloc de Menorca, un centro zoológico con animales en semi libertad. Nos lo pasamos pipa, pudimos estar con las cabras y darles de comer, caminar en lémures y acariciar al loro. El centro cuenta con un parque, unas camas elásticas y una atracción de bolas para los más pequeños.








Las cenas, habitualmente las hacíamos en el restaurante de los apartamentos. Había música en vivo y se estaba muy a gusto. Esa noche, decidimos ir a cenar a Binibeca Vell, un pueblecito típico menorquín imperdible. Después de cenar tomamos pomada (licor típico de la isla) mientras los niños comían helado.





Día 4

Pusimos rumbo hacía el norte. Pasamos toda la mañana en la playa de Binimel·là. Si camináis un poco más llegaréis a cala Pregonda, donde os podéis dar un baño de barro. Aunque hacía algo de viento, se agradecía, porque el sol picaba bastante fuerte.


Chapuzón en Binimel·là


Después de pasar la mañana en la playa, decidimos ir a Monte Toro, el pico más alto de la isla desde donde se puede ver parte de la isla. Como anécdota, contar que casi no llegamos, el coche no tiraba!

Ese día teníamos reserva en el restaurante Rels, en Ciutadella. ¡Recomendadísimo!


Vistas desde el Monte Toro


Por la tarde estuvimos en la piscina de los apartamentos.


Día 5

Nos levantamos con el estómago un poco revuelto, yo la que más, así que Francesc y los niños aprovecharon la mañana en las piscinas de los apartamentos mientras yo descansaba. Por la tarde y ya un poco más recuperada, fuimos a dar un paseo por Ciutadella y a hacer unas compras típicas, como unas menorquinas Castell para los peques.


Esa noche fuimos a cenar a Cala en Blanes, al restaurante Yuca y pudimos ver desde nuestra mesa como caía una tromba de agua impresionante rayos y truenos incluídos.


La sopa de pescado que comieron los niños estaba exquisita


Día 6

Día de regreso. Por fortuna, nos tocaron asientos priority en Vueling (el chico de facturación nos hizo el upgrade, nosotros no pagamos este tipo de billete) y hemos de decir que se vuela mucha más cómodo! ;)


Resumiendo; nuestra escapada a Menorca con niños fue muy distinta de las otras veces que había pisado la isla. No fuimos ni a Cala Macarella, ni mucho menos a Macarelleta, tampoco a lugares tan emblemáticos como Les Coves d’en Xoroi, ni a calas de difícil acceso. Tampoco fuimos a Mahón, donde ya estuve hace unos años, ni al parque natural (donde sólo se puede acceder a sus cales a pie). Menorca es sin duda una isla que se adapta a las necesidades de cada uno, así que hay planes distintos y lugares para todos.

Volveremos con los niños? A corto-medio plazo no, porque tenemos “mono” de Formentera y con los peques aún no hemos estado :p

Comments


© 2018 por ERuz. Creado con Wix.com

bottom of page